En conclusión, el codiseño curricular en la nueva escuela mexicana es un paso significativo hacia una educación más inclusiva y adaptada a la diversidad del país. Al valorar el papel de los docentes y permitirles contextualizar y enriquecer el currículo, este enfoque promete una mejor preparación y motivación de los estudiantes, lo que podría resultar en un impacto positivo en el aprendizaje y en sus futuros académicos.